El año pasado, muchos grupos sin relación entre sí, se unieron al coro del día del juicio final, incluyendo a los defensores de Nostradamus, una gran variedad de sectas escatológicas, culturas indígenas norteamericanas y sectas espiritistas y aquellos que temen a los impactos de cometas y asteroides o a violentas tormentas solares.
Un científico de la NASA, David Morrison, respondió a través de Internet las preguntas de mucha gente preocupada por las falsas predicciones que vienen circulando hace varios meses. Estas son las respuestas más importantes:
- Lo que dice la Biblia
Nuestra fe cristiana se apoya en la revelación histórica y objetiva. Eso excluye todas las profecías inspiradas, videntes y otras formas de nueva revelación hasta que Dios hable de nuevo en el regreso de Cristo (Apocalipsis 11:1-13).
La Escritura nos advierte que tengamos cuidado con los falsos profetas. Jesús dijo que en nuestra época “falsos Cristos y falsos profetas, harán grandes señales y prodigios, para engañar, si es posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24). Señales y prodigios solamente no son prueba de que una persona habla en nombre de Dios. Juan escribió: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1).
En última instancia, la Escritura es la prueba de todo, es la norma del cristiano.
John MacArthur, influyente predicador cristiano
El mensaje de la profecía bíblica es realmente un mensaje de dos caras. El libro del Apocalipsis nos habla de un pergamino en la mano de Dios Padre que es tomado por Jesucristo. Él abre los sellos del rollo, lee el mensaje, pronuncia las sentencias, en última instancia, y trae el Reino del Cielo a la Tierra. Ese mensaje en el exterior del rollo es el mensaje para el mundo en general y el mensaje a los infieles es una mala noticia – perdieron. El mensaje en el interior del rollo es el mensaje a la Iglesia, y el mensaje a la Iglesia es una buena noticia – ganaron. Ahora es tan simple como usted puede hacer la profecía bíblica. En definitiva, es un mensaje de esperanza para el creyente, es un mensaje de juicio para el incrédulo.
¡Pero, les recuerdo, la profecía no está escrita para asustarnos, la profecía está escrita para prepararnos. No es para asustarnos, está escrita para invitar a venir a Cristo, mientras que hay esperanza y mientras haya tiempo.!
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Ed Hindson, Presidente del ministerio profético mundial y docente en la Biblia